arriba

Historia / Uso del suelo en la historia

A la llegada de los primeros españoles, la zona centro sur de Chile tenía una cubierta vegetal casi completa, formada por densos bosques y matorrales.

El crecimiento poblacional asociado a un mayor consumo per cápita requería de mayor actividad agropecuaria y más espacio para desarrollarla, además de lugares para establecer asentamientos humanos e infraestructura.

Esto provocó una fuerte demanda de terrenos para cultivo, ante lo cual el bosque se veía como un obstáculo. Por este motivo, se realizan intensas quemas de grandes superficies de bosque en el sur del país.
fotografía Así, el fuego se convirtió en el principal enemigo del bosque. Esta práctica de utilizar el fuego o roce, seguido por el cultivo de cereales, provocó la pérdida de la cubierta vegetal, surgiendo poco a poco el fenómeno de la erosión de suelos.

El uso indiscriminado de madera para leña ha sido también un problema de larga data en Chile. Ya a mediados del siglo XIX, las autoridades de Santiago, ante la escasez de árboles para la construcción y la calefacción, estableció una millonaria multa de 50 pesos oro por cada árbol que fuese cortado sin permiso. Rafael Larraín Moxó, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura y autor del reglamento de la primera Ley de Bosques de julio de 1872, denunciaba la destrucción de los bosques del norte para la minería.

De esta forma, las malas prácticas agrícolas, los suelos delgados y poco evolucionados, y un clima lluvioso en invierno incidieron en la erosión ya a principios del siglo XIX. Es así como en  1879, por primera vez un decreto estableció "reservas de bosques fiscales", pensando en guardar para el Estado una porción importante de los bosques del país con fines de explotación futura.
fotografía Esta disposición no fue operante hasta 1907, cuando se definieron las primeras reservas entre las que se contaban la de Malleco y Llanquihue. En 1925 se hizo efectiva la ley que permitía la creación de Parques Nacionales, con el propósito de preservar áreas silvestres fuera de toda intervención humana. Bajo la firma de Arturo Alessandri fueron creados en 1925 y 1926, el Parque Nacional Benjamín Vicuña Mackenna (hoy Huerquehue) y Vicente Pérez Rosales, respectivamente.
La Ley de Bosques de 1931 reunió todas las disposiciones legislativas hasta entonces dispersas, e incorporó una decisión cuyas consecuencias fueron determinantes para el desarrollo forestal: eximir de todo impuesto a los propietarios de tierras aptas para plantar árboles por un período de treinta años.

El Pino radiata o insigne se fue haciendo cada vez más popular entre los forestadores, puesto que crecía rápido -alcanzando su madurez entre los 25 y 30 años-, se podía plantar en lugares erosionados y no requería de mayores cuidados. Si bien todavía no se conocían sus extraordinarias características como fibra para la fabricación de celulosa, la calidad de la madera era aceptable para la construcción de casas.
subirvolver
Educárbol / Teléfono: (56 - 2) 23314200 / info@corma.cl / Mapa / Recrea 2013 / Posicionamiento Web MT