Este último utiliza terrenos marginales y abandonados por la agricultura y ganadería por razones económicas y en general utiliza terrenos de aptitud forestal, que son menos fértiles y de un valor más bajo. Cada suelo tiene un uso adecuado.
En el sector forestal el uso de químicos es bajísimo en relación al agrícola. Los fertilizantes y herbicidas se emplean en bajas cantidades, de manera controlada y sólo al inicio de la rotación (cada 15-25 años), y en ningún caso se utilizan organoclorados en el control de plagas de las plantaciones. Es una práctica habitual el Manejo Integrado, donde se aplica control biológico y manejo silvícola, técnica de reconocida valoración ambiental.