Desafíos / Manejo de bosque nativo
Gracias a su compleja geografía y variadas condiciones climáticas Chile posee una gran diversidad de bosques naturales, donde resalta la familia del Roble (género Nothofagus) y algunas especies coníferas, características de zonas templadas y frías.
El bosque nativo chileno alberga un enorme potencial de desarrollo social, cultural y económico para el país. En todo el país más de trece millones de hectáreas, equivalentes al 18% del territorio nacional, están cubiertas de bosque nativo, de las cuales el 70% de esta masa boscosa se encuentra entre las regiones séptima y undécima.
Hoy, el Estado chileno es responsable de la conservación del patrimonio silvestre y de la protección de la flora y fauna a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), institución presente en todo el país para velar por el cumplimiento de las leyes que regulan el manejo forestal y protegen los bosques.
CONAF administra, además, el patrimonio estatal de 14,6 millones de hectáreas de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que representa más del 18% del territorio nacional e incluye grandes extensiones de montañas, glaciares, lagos y bosques, asegurándose de este modo la protección y conservación de la cuarta parte de los bosques naturales del país.
Además del bosque nativo que es protegido por el Estado, el país tiene bosques naturales potencialmente productivos que están en terrenos privados, los que hoy se consumen en forma de leña y se extraen sin consideraciones ambientales ni de sustentabilidad del recurso, por lo que el desafío es lograr su utilización en forma regulada y sostenible en el tiempo, lo que significaría también ingresos para los miles de pequeños propietarios de este recurso.
El bosque nativo chileno alberga un enorme potencial de desarrollo social, cultural y económico para el país. En todo el país más de trece millones de hectáreas, equivalentes al 18% del territorio nacional, están cubiertas de bosque nativo, de las cuales el 70% de esta masa boscosa se encuentra entre las regiones séptima y undécima.
Hoy, el Estado chileno es responsable de la conservación del patrimonio silvestre y de la protección de la flora y fauna a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), institución presente en todo el país para velar por el cumplimiento de las leyes que regulan el manejo forestal y protegen los bosques.
CONAF administra, además, el patrimonio estatal de 14,6 millones de hectáreas de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que representa más del 18% del territorio nacional e incluye grandes extensiones de montañas, glaciares, lagos y bosques, asegurándose de este modo la protección y conservación de la cuarta parte de los bosques naturales del país.
Además del bosque nativo que es protegido por el Estado, el país tiene bosques naturales potencialmente productivos que están en terrenos privados, los que hoy se consumen en forma de leña y se extraen sin consideraciones ambientales ni de sustentabilidad del recurso, por lo que el desafío es lograr su utilización en forma regulada y sostenible en el tiempo, lo que significaría también ingresos para los miles de pequeños propietarios de este recurso.
Cerca de 400.000 hectáreas están protegidas por parte de empresas forestales que han creado parques o zonas de protección en sus terrenos.
Algunas iniciativas de sustentabilidad del bosque nativo  Proyecto de conservación y manejo sustentable del bosque nativo Agregar valor a la madera Beneficiados con el manejo sustentable del bosque Manejo de la araucaria Madera de lenga para exportación
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¿Cuáles son las causas de deterioro del bosque nativo?
Las principales causas de deterioro del bosque nativo provienen de su uso inicial sin control para leña y minería (link a historia) y habilitación de terrenos para uso agropecuario. También los incendios forestales intencionales los ha afectado negativamente.
La razón fundamental de su deterioro (disminución de su calidad) es el "floreo", que consiste en la explotación sin técnicas silvícolas adecuadas, para extraer los mejores árboles de las especies más valiosas.
Se estima que un 95% de la superficie de bosque nativo intervenida anualmente corresponde a estos procesos de destrucción y deterioro, siendo menos de un 5% del total intervenido la que se maneja con técnicas adecuadas.
Las principales causas de deterioro del bosque nativo provienen de su uso inicial sin control para leña y minería (link a historia) y habilitación de terrenos para uso agropecuario. También los incendios forestales intencionales los ha afectado negativamente.
La razón fundamental de su deterioro (disminución de su calidad) es el "floreo", que consiste en la explotación sin técnicas silvícolas adecuadas, para extraer los mejores árboles de las especies más valiosas.
Se estima que un 95% de la superficie de bosque nativo intervenida anualmente corresponde a estos procesos de destrucción y deterioro, siendo menos de un 5% del total intervenido la que se maneja con técnicas adecuadas.
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