Suelos / Los árboles y la erosión
En los terrenos con abundante vegetación la acción erosiva del agua y del viento es menor, porque las raíces de las plantas ayudan a retener las partículas que forman el suelo y el follaje frena la velocidad del golpe de la gota de lluvia.
De esta forma, uno de los aportes más importantes de los bosques cultivados al medioambiente es la protección del suelo.
De esta forma, uno de los aportes más importantes de los bosques cultivados al medioambiente es la protección del suelo.
Por otra parte, protegen al suelo del efecto del viento y del agua, al contar con raíces fuertes que actúan como una malla de protección.
Las localidades de Concón (Región de Valparaíso) y Chanco (Región del Maule) son el resultado de la erosión ocasionada por el viento, que han generado las dunas.
Los bosques nativos y cultivados añaden materia orgánica al suelo mejorándolo, debido a:
- Intercepción de gotas por el follaje: Así se evita el impacto de la gota en el suelo. Asimismo, disminuye la cantidad de líquido que llega al suelo (evaporación anterior), efecto importante particularmente en invierno (el pino radiata y eucalipto tienen follaje todo el año)
- Transpiración de agua (al aire): Disminuye la saturación del suelo permitiendo más percolación y absorción.
- Mejoramiento estructural del suelo: Gracias al suministro de materia orgánica, aumenta la infiltración del agua. También aumenta la fricción superficial y dispersión lateral de la escorrentía, reduciendo así su volumen y velocidad.
- Sujeción del sistema radicular sobre las partículas del suelo: Las raíces penetran la superficie y, al morir y descomponerse, dejan numerosas cavidades tubulares que aumentan la infiltración al suelo.
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